
Pretende salir corriendo de la estación subir despavoridamente las escaleras, necesita sentirse libre y tirar el bolso en plena calle. En ese momento lo que menos desea es regresar a casa, se está ahogando, la cabeza empieza a dolerle, le falta el oxigeno y sus ojos se han llenado de lagrimas, los audífonos empiezan a hacerle daño. Anhela libertad e irónicamente nada la retiene en ese lugar.
-Tranquilízate por favor, tienes que superarlo, mujer no pasa nada- ella se consuela así misma.
Trata de creerse sus propias palabras, su mente retumba y su cerebro se ha empezado hinchar. La necesidad de libertad la está ahogando, la ciudad la aclama y ella solo necesita un hostal donde poder pasar la noche o en el peor de los casos una cafetería abierta hasta tarde. La ciudad se ha convertido en uno de los lugares más inseguros pero misteriosamente a ella eso no le mortifica, en muchas ocasiones cruza por su mente el hecho de que no sería mala idea morir a manos de algún desquiciado, pero lo considera segundos más tarde. Esas muertes mediocres no son para ella, no es un eslabón débil, no es la clase de persona deprimente que necesita que alguien más se encargue de la miseria de la vida que no tiene.
De un momento a otro ha dejado de escuchar la alarma del tren y se ve envuelta en la escalera que da hacia la calle. Se ha decidido, esta noche no llegara a casa, será exclusivamente su momento.
♪ ♫ WHY´D YOU TURN AWAY?
HERE´S WHAT I HAVE TO SAY I WAS LEFT TO CRY THERE,
WAITING OUTSIDE THERE GRINNING WITH A LOST STARE
THAT´S WHEN I DECIDED ♪ ♫
La letra se le ha venido a la mente, recordó que fue una canción que escucho en la radio mientras tomaba un baño para aligerar sus pesadillas de las últimas noches.
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