Diré que voy a extrañar mi antigua y corta rutina. Me
gustaba caminar en las mañanas por todo Paseo de la Reforma. Reconocer varios
rostros que ya iban camino al trabajo, a los mismos indigentes de siempre –
orinados, perdidos y ensimismados-; sentir ese leve tambaleo en mis piernas al
encontrarme a J.M. Servín paseando a su perro “Kato” y fotografiando “la journée du matin”.
Extrañaré tener todo el tiempo para mí y mi ocio infinito.
Convivir con mi tranquilidad, desesperación, aburrimiento y ganas enormes de
hacer el amor.
Sentir y reconocer -de la forma más dichosa que me he permitido- que no estaba haciendo gran cosa de mi vida. Conmigo.
Leer hasta acabar un libro. No leer durante días. Sentir que
aprendí de ellos. Saber que no entendí nada. Y no tener ganas de escribir, o
siquiera ordenarme.
Extrañar un año que no sólo fue mío. Que quedó inconcluso y con muchas ganas de hacer todo, pero con kilos de desidia.
Me voy a extrañar. Me voy a fortalecer. Me voy a sorprender.
También me voy a lastimar.
1 comentarios:
Qué linda labor, felicidades, segui´re leyendo tus publicaciones.
Publicar un comentario